martes, 20 de mayo de 2008

Conversando sobre la Sociedad del Conocimiento

Con su permiso, me he permitido la licencia – con el debido respeto, Profesor Rubio - de titular esta columna con el mismo encabezamiento que su blog http://www.rubioroyo.com/ . En una esplendida entrevista realizada por la periodista Dunia Torres el pasado 4 de mayo, para el rotativo La Provincia, al primer rector de la ULPGC, Dr. Rubio Royo, a propósito del proyecto Proa 2020 del cual es Director General, reflexionaba este sobre lo que se espera de un Plan Estratégico. A preguntas de la entrevistadora sobre el modelo de ciudad que queremos, Rubio Royo lo definía como un proceso que se va definiendo a largo plazo, pero que se han de vislumbrar logros a corto y medio plazo, como antes sucedió en Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Málaga, Sevilla, o actualmente en Zaragoza. Sostiene el Dr. Rubio que el desarrollo estratégico de una ciudad trasciende lo que se conoce como el Plan General de Ordenación, es decir, el mero territorio. Cree firmemente que el urbanismo debe estar al servicio de la visión de la ciudad que elijamos.

Para el que fuera Vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universitat Oberta de Catalunya -UOC- desde el 2001 al 2007, hay que partir del estado de la cuestión, es decir, de los hechos identificados, sobre los que ya existe un consenso. Es necesario definir los identificadores del desarrollo estratégico, que permitirán conocer las consecuencias de los mismos desde diferentes perspectivas: económica, social, del territorio, y desde el gobierno. A este catedrático universitario de física aplicada, no le gusta nominar a este proceso plan estratégico, porque daría la idea de algo cerrado; al contrario, tiene que estar en continua evolución y ser flexible, adaptable a un mundo cambiante. Considera que si los logros tangibles -los que se materializan- son importantes; aún más, pueden ser los intangibles -aquellos que no son percibidos a primera vista- porque son los que están catalizando o facilitando un nuevo tipo de interrelaciones en la ciudad.

Todo este planteamiento podría quedar en una retorica academicista, sino hubiera logros. Pero, también es importante una verdadera participación ciudadana: una democracia participativa, donde se abran foros de debate, diversidad de opiniones, espacios de intermediación en los que los distintos agentes sociales se puedan sentar, plantear sus posicionamientos e intentar llegar a unas bases mínimas de acuerdos. Para el profesor Rubio Royo, estos también serían logros, aunque no fueran tangibles. Considera asimismo en no supeditar toda una estrategia de ciudad a un proyecto emblemático.

En mi opinión, -coincidiendo en la totalidad con su planteamiento- la aportación más interesante que hace es cuando apela a que las instituciones deben buscar un nuevo sentido a las sociedades emergentes, la que ha dado en llamarse sociedad del conocimiento y considera que algunos todavía ven muy lejos. Desde su experiencia, en el año 2007, de Director del Centro en Red del Área Metropolitana de Barcelona, define la sociedad del conocimiento como aquella en la que la participación de la gente está emergente en el mundo, y a ello se une que las instituciones y los representantes democráticos de estas tienen que tener una nueva forma de relación con los ciudadanos a los que representan, de ahí surge el concepto de nueva gobernanza. El de una democracia participativa. Donde el liderazgo aparece de forma natural a todos los niveles.

Coincidimos con el profesor Miguel Ángel Quintanilla en que la sociedad del conocimiento viene asociada a la sociedad de la información, puesto que para generar conocimiento es necesario disponer de canales de información, mecanismos y procedimientos de almacenamiento de información muchos más agiles que los disponibles tradicionalmente. En definitiva, que el conocimiento sea una característica de las sociedades actuales tiene implicaciones sobre la educación y sobre las políticas de investigación y desarrollo, concluye el Dr. Quintanilla. Se trata como afirman, los profesores Francisco Velado y Emilio García, de pensar, convivir y ser en la sociedad del conocimiento. Crear verdaderas ciudades educadoras.

En la ciudad educadora de Telde, parece que soplan buenos vientos, y que la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Telde empieza a navegar con velocidad de crucero. Pero, como anteriormente citábamos y que el profesor Rubio Royo afirmaba en su entrevista: “esa sociedad que ha dado en llamarse del conocimiento, algunos todavía la ven muy lejos”.

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