martes, 20 de mayo de 2008

Creadores de Telde

La pasada semana varios medios de comunicación -impresos y digitales-, se hacían eco de la participación de arquitectos canarios invitados por la Asociación Latina de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, dirigida por el también arquitecto canario, Caco Cabrera y patrocinado por Canarias Crea, organismo dependiente de la Viceconsejeria de Cultura del Gobierno de Canarias, cuyo objeto es el apoyo a los nuevos creadores y promocionar la cultura canaria en el exterior. El seminario estuvo dedicado a la moderna arquitectura canaria, Construyendo en la Ultraperiferia: el caso de las Islas Canarias. Fueron invitados varios equipos de arquitectos canarios: Casariego-Guerra, GPY arquitectos, Menis arquitectos y el teldense Manuel Feo , hijo de una conocida familia de San Juan de Telde, es vicedirector de la Escuela Técnica de Arquitectura de la ULPGC, donde imparte docencia de Proyectos.
A pesar de su juventud es tiene un currículo plagado de conferencias, obras y premios como la Mención en la VI edición del Premio Regional de Arquitectura Manuel de Oraá, siendo su obra seleccionada en otras ediciones del preciado galardón. Desde su dirección de la comisión de investigación y cultura de la citada Escuela de Arquitectura, ha hecho posible un ciclo de conferencias denominado: Ex alumnos ETSA en el extranjero, espacio donde los antiguos alumnos comentaban su experiencia profesional internacional en despachos de arquitectos, entre ellos el citado Caco Cabrera en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Históricamente, -a veces con razón- la universidad se ha mostrado ante la sociedad como un ente hermético, alejada del mundanal ruido, donde lo que sucedía entre sus muros solo interesaba a los miembros de esa comunidad. Al contrario, hoy se investiga para descubrir una nueva dimensión de la realidad, los científicos, los investigadores o los creadores cada vez están más comprometidos en proyectos I + D + i –Investigación, Desarrollo e innovación tecnológica- , ese es el caso de Manolo Feo, sin hacer ruido, no haciendo falso proselitismo de si mismo, ni mostrándose como un conjunto vació cuyo interior solo contiene la nada. Lamentablemente determinados cenáculos de la Vega Grande sienten predilección por el halago fácil, frente al trabajo serio y riguroso, como el de este consolidado creador ¡Es una lastima!

De casta le viene al galgo

Vaya por delante mi más sincera felicitación a Florentino López Castro y a todo su equipo de colaboradores, por hacer posible la vuelta de Onda Guanche, y esta vez para transitar por las autopistas de la información. Fue la primera emisora local de Telde en la década de los 90 y escuela de actuales profesionales de la comunicación, tales como: Eduardo L. Garóz, Kiko Tarrasa, Isaías Santana, Mari Carmen Medina, Esther Rodríguez, Carmelo Martín, junto a colaboradores como Pepe Cabrera, Germán Ramos o el mismo Adolfo Santana.

Y… ¿Por qué de casta le viene al galgo?, la explicación es sencilla, pero, a la vez muy emotiva. Floro, junto con sus hermanos, forma parte de la tercera generación de comunicadores. Su tío, Florentino López Negrín, (el primero de la saga) se especializó en periodismo cultural, realizando crónicas y criticas de cuanto evento acontecía en Madrid durante varias décadas y firmándolas en el diario Pueblo, dirigido por Emilio Romero, figura insigne del periodismo español. Su padre, Sebastián López Rodríguez, fue pionero en eso que ahora se conoce como periodismo de investigación, primero desde la redacción de El Eco de Canarias y posteriormente en Radio Las Palmas, siempre acudió a la rigurosidad de contrastar las fuentes cuando escribía una crónica o hacia un reportaje, en una época en la que no era fácil ejercer el periodismo en libertad. Sin embargo, López Galán, esencialmente una vocación periodística, puso en ello todo su empeño.

Floro, ha vivido desde su infancia inmerso en el mundo de la comunicación, como se dice vulgarmente lo ha mamado, lo cual resulta muy gratificante y una garantía del éxito de Onda Guanche en esta novedosa versión on line. En sus principios editoriales sienta las premisas de basarse en independencia de criterio y objetividad, cosa que es de agradecer, cuando lo más fácil seria caer por mimetismo, rutina o dejadez en la utilización de las nuevas tecnologías de la información para “cortar y pegar,” con la única finalidad de parasitar en los aledaños de las instituciones públicas, o simplemente ser correa de transmisión de intereses políticos y económicos.

Sin duda, este nuevo formato de comunicación estará en el camino que atisba el futuro que se avecina, eso que ya empieza a llamarse ciberperiodismo. Como dijo alguna vez un veterano periodista (para nada, caduco ni trasnochado, como decía García) ¡Telde se mueve!

Conversando sobre la Sociedad del Conocimiento

Con su permiso, me he permitido la licencia – con el debido respeto, Profesor Rubio - de titular esta columna con el mismo encabezamiento que su blog http://www.rubioroyo.com/ . En una esplendida entrevista realizada por la periodista Dunia Torres el pasado 4 de mayo, para el rotativo La Provincia, al primer rector de la ULPGC, Dr. Rubio Royo, a propósito del proyecto Proa 2020 del cual es Director General, reflexionaba este sobre lo que se espera de un Plan Estratégico. A preguntas de la entrevistadora sobre el modelo de ciudad que queremos, Rubio Royo lo definía como un proceso que se va definiendo a largo plazo, pero que se han de vislumbrar logros a corto y medio plazo, como antes sucedió en Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Málaga, Sevilla, o actualmente en Zaragoza. Sostiene el Dr. Rubio que el desarrollo estratégico de una ciudad trasciende lo que se conoce como el Plan General de Ordenación, es decir, el mero territorio. Cree firmemente que el urbanismo debe estar al servicio de la visión de la ciudad que elijamos.

Para el que fuera Vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universitat Oberta de Catalunya -UOC- desde el 2001 al 2007, hay que partir del estado de la cuestión, es decir, de los hechos identificados, sobre los que ya existe un consenso. Es necesario definir los identificadores del desarrollo estratégico, que permitirán conocer las consecuencias de los mismos desde diferentes perspectivas: económica, social, del territorio, y desde el gobierno. A este catedrático universitario de física aplicada, no le gusta nominar a este proceso plan estratégico, porque daría la idea de algo cerrado; al contrario, tiene que estar en continua evolución y ser flexible, adaptable a un mundo cambiante. Considera que si los logros tangibles -los que se materializan- son importantes; aún más, pueden ser los intangibles -aquellos que no son percibidos a primera vista- porque son los que están catalizando o facilitando un nuevo tipo de interrelaciones en la ciudad.

Todo este planteamiento podría quedar en una retorica academicista, sino hubiera logros. Pero, también es importante una verdadera participación ciudadana: una democracia participativa, donde se abran foros de debate, diversidad de opiniones, espacios de intermediación en los que los distintos agentes sociales se puedan sentar, plantear sus posicionamientos e intentar llegar a unas bases mínimas de acuerdos. Para el profesor Rubio Royo, estos también serían logros, aunque no fueran tangibles. Considera asimismo en no supeditar toda una estrategia de ciudad a un proyecto emblemático.

En mi opinión, -coincidiendo en la totalidad con su planteamiento- la aportación más interesante que hace es cuando apela a que las instituciones deben buscar un nuevo sentido a las sociedades emergentes, la que ha dado en llamarse sociedad del conocimiento y considera que algunos todavía ven muy lejos. Desde su experiencia, en el año 2007, de Director del Centro en Red del Área Metropolitana de Barcelona, define la sociedad del conocimiento como aquella en la que la participación de la gente está emergente en el mundo, y a ello se une que las instituciones y los representantes democráticos de estas tienen que tener una nueva forma de relación con los ciudadanos a los que representan, de ahí surge el concepto de nueva gobernanza. El de una democracia participativa. Donde el liderazgo aparece de forma natural a todos los niveles.

Coincidimos con el profesor Miguel Ángel Quintanilla en que la sociedad del conocimiento viene asociada a la sociedad de la información, puesto que para generar conocimiento es necesario disponer de canales de información, mecanismos y procedimientos de almacenamiento de información muchos más agiles que los disponibles tradicionalmente. En definitiva, que el conocimiento sea una característica de las sociedades actuales tiene implicaciones sobre la educación y sobre las políticas de investigación y desarrollo, concluye el Dr. Quintanilla. Se trata como afirman, los profesores Francisco Velado y Emilio García, de pensar, convivir y ser en la sociedad del conocimiento. Crear verdaderas ciudades educadoras.

En la ciudad educadora de Telde, parece que soplan buenos vientos, y que la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Telde empieza a navegar con velocidad de crucero. Pero, como anteriormente citábamos y que el profesor Rubio Royo afirmaba en su entrevista: “esa sociedad que ha dado en llamarse del conocimiento, algunos todavía la ven muy lejos”.

lunes, 12 de mayo de 2008

Juan

Escribió Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un día y son mejores, pero los hay que luchan toda una vida: esos son los imprescindibles”. Así era y de esa manera se fue uno de mis Juanes –no se trata del colombiano Juan Esteban Aristizabal- sino de Juan Gómez Santana que nos acaba de dejar, el otro –también Juan Francisco- espero que me siga guiando durante muchos años. Juanito, como yo afectuosamente le decía, paso por la vida de forma discreta y silenciosa, sin incomodar a nadie, no le gustaba hacerse notar, pero fue un luchador nato. Comenzó a trabajar muy joven -recién acabado el bachillerato elemental- a principio de los años sesenta, en la Compañía Insular de Nitrógeno -CINSA- como Auxiliar de Laboratorio hasta el cierre de la conocida como La Fabrica de Salinetas.

Fue líder sindical de la Unión General de Trabajadores, –UGT- en la Federación de Químicas, siendo el primer secretario de la Central Socialista en el municipio de Telde, cuando se restauró la democracia. A principio de los años ochenta, cuando se planteó la reconversión industrial y el cierre de la CINSA era inevitable, negocio duramente para que los trabajadores salieran en las mejores condiciones posibles. Viajes a Madrid a bregar con la patronal para que nadie se quedara sin protección salarial. Era la época de los “acaloramientos” con: Anastasio Travieso, Tomas Medina, José María Domínguez, Antonio González Vieitez, Diego León… y al final los trabajadores ganaron la partida. Porque Juan, aunque nunca lo dijo ni presumió de ello, fue un Viejo Roquero y eso… en el PSC imprime carácter.

Nos conocimos en el año 1987, fuimos junto con otro/a compañera los primeros mal llamados secretarios políticos –son secretarios de grupos municipales- fue en el llamado Pacto de Avance Democrático –de mal recuerdo para alguien- que instauró una nueva cultura de formas de gobernar en Canarias. Fue su etapa primero como Secretario de organización y luego Secretario General de la Agrupación Socialista Juan Negrin, haciendo gala de de discreción y mesura, cosas difíciles de encontrar en la actualidad. Permaneció en esa primera etapa en la institución municipal hasta el año 1995, cuando se produjo el descalabro y desbandada socialista, cuando Almunia pronunció la conocida frase: “El ultimo que apague la luz” y Juan Gómez cumplió: fue el que bajo el interruptor y echó la llave a la cerradura, que no se volvería a abrir hasta 1999.

Volvimos a coincidir diez años después, en el 2001, en la Concejalía de Desarrollo Local, ya la enfermedad crónica que se lo ha llevado empezaba a pasarle factura. Pero, fue la etapa en que mas enseñanzas me aportó, el estaba en otro nivel – ya había abandonado la militancia activa, pero seguía fiel a los principios del partido que fundó Pablo Iglesias. Ante mi exaltación y vehemencia, el me hacía de Pepito Grillo, –era la voz de la conciencia- me calmaba. En la calle Juan Diego de la Fuente, parecía que las cosas no funcionaban si él estaba ausente. Con las dos concejalas que dirigieron el área –Fefi Milán y Mari Carmen Castellano- tuvo una relación exquisita, a pesar de las diferencias ideológicas, una nacionalista y la otra conservadora, -¡está ultima me va a matar!- y ello se explica porque Juan siempre puso por encima de las luchas partidarias, a las personas.

Cuando el mal que padecía le incapacitó para el trabajo, su vida empezó a depender de una botella de oxigeno que lo acompañaba a todos lados, pero que él llevaba con una dignidad inmensa y una serena sonrisa en los labios: “¿Juan cómo estás?, el siempre tenía la misma respuesta: ¡bien!”, los dos sabíamos que no, y seguíamos hablando. En el último año su lucha ha sido terrible, pero igual que vivió dignamente, sin hacer ruido, así decidió irse. Hoy junto a las flores de su familia y amigos, le acompañan junto a su cuerpo inerte, e acompañan las rosas de la Agrupación Socialista Juan Negrin y del Partido Socialista Obrero Español, con los que tuvo diferencias, pero, con quien hace dos meses, el 9 de marzo, mantuvo su lealtad.

jueves, 1 de mayo de 2008

La Sociedad Civil

Podríamos considerar a la sociedad civil como, el conjunto de las asociaciones cívicas voluntarias y sociales que forman una sociedad activa, al margen de las instituciones del Estado. Este concepto no es nuevo, ya Cicerón en sus obras las citaba. En los últimos 200 años los especialistas en teoría política desarrollaron esta acepción como un terreno paralelo al citado Estado, pero separado de éste: un espacio en el cual los ciudadanos se reúnen de acuerdo a sus propios intereses y deseos. Estas organizaciones no tienen que ser políticas, ni mucho menos, pero, tienen el legítimo de derecho de influir en la actividad pública de la sociedad en la que conviven.

Su implantación es el síntoma, la señal, de la existencia de una democracia avanzada, participativa, donde los ciudadanos tienen una mayor implicación en la toma de decisiones políticas, superior a la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa, es decir, la que emana legítimamente de la voluntad popular. ¿Cuáles son sus ventajas?, fundamentalmente las siguientes: aprovecha las las experiencias y capacidades de todos, promueve la legitimidad, desarrolla nuevas capacidades, mejora la calidad de vida. En definitiva, promueve la participación ciudadana con mayúsculas.

En esta línea argumental, recientemente, con posterioridad a los últimos comicios locales de mayo de 2007, han visto la luz dos iniciativas muy interesantes, en las dos ciudades mas importantes de la isla de Gran Canaria: Asociación Cívica, Las Palmas de Gran Canaria Proa 2020, una estrategia compartida, promovida por el ayuntamiento capitalino – http://www.proa2020.com/ - y la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Telde. Ambas propuestas tienen en común, abrir procesos de participación, es decir, integrar a la ciudadanía en el proceso de adopción de decisiones, de una forma abierta y organizada, sin cuestionar ni poner en duda la representatividad democrática, fruto de la voluntad popular.

Hasta aquí todo bien, coherente, pero, ¿donde esta el problema? – en el caso que lo hubiera- simplemente, mientras el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por interés personal de su alcalde, promueve la iniciativa; en Telde, el llamado por si mismo, “único interlocutor valido”, a la sazón concejal de Desarrollo Estratégico de la ciudad, muestra sus reservas afirmando que, “no se dan las condiciones necesarias para ilusionar a la ciudadanía en este proyecto”. Para entender esta afirmación habría que volver al principio de esta columna, es decir, partir de la sociedad civil como valor de democracia y participación ciudadana. Mientras que el Alcalde Saavedra, hace un planteamiento de promover, un poquito más al sur -catorce kilómetros solamente- no se entiende este proceso sin una tutela efectiva desde la institución municipal.

Quizás de forma premonitoria, el flamante presidente de asociación teldense, Antonio Hernández Lobo -a quien todavía no he tenido la ocasión de conocer personalmente- en un articulo publicado el pasado 20 de abril en varios diarios digitales, titulaba: Gobiernos y oposición, ¿temen a la participación ciudadana?, y entre otras cosas decía, refiriéndose a las diferentes iniciativas en, San Bartolomé de Tirajana, Telde y las Palmas de Gran Canaria, decía: “Es cierto que los mentados -los proyectos- tienen distinta naturaleza y estructura, pero les une un mismo leiv motiv, la participación libre y voluntaria de los ciudadanos que luchan por un lugar más digno para vivir”, continua “En cambio desde la verticalidad, la clase política -gobernantes o aspirantes a serlo- se acerca a la participación ciudadana, en campaña electoral, por que sobre todo, les proporciona votos” y acaba “Pero quizás lo más triste, son los temores de parte de la clase política a sentir como usurpadas las tareas, para las cuales, están donde están, por la ciudadanía”. ¡Bingo!. Tal vez, este alegato no habría sido tan extenso, si convenimos que los dos alcaldes de las dos ciudades más pobladas de Gran Canaria, están en las antípodas -en el amplio sentido de la palabra- el uno con respecto al otro.