jueves, 7 de agosto de 2008

Horizonte 2014

El pasado martes, 5 de agosto, festividad de la Madre de Dios de Las Nieves, Manuel G. Pascual publicaba en El País un reportaje titulado “Un empleo con 18 sueldos" y en el hacia referencia a la diversidad de emolumentos que percibe un funcionario publico en las diferentes comunidades autónomas por el desempeño de la misma función; y se ponía de relieve que los funcionarios canarios mejor cualificados, es decir, niveles A y B – técnicos superiores y de grado medio- ganan hasta 10.000 € más que los extremeños. El mismo día salían a la luz los índices de paro referidos a toda España en general y a Canarias en particular. Mientras bajaba en Las Palmas, en Telde ascendía a 10.773 personas; esta diferencia de niveles económicos merece una reflexión.

Lo fácil, demagógico e injusto seria decir que la Directora de Gobierno de Desarrollo Local, se ha enredado en el paracaídas y no acierta a recogerlo. Esto no es así y no debió serlo en el periodo 2003 – 2007. La responsabilidad es de todos, tal vez no hemos sabido explicarle –me incluyo y me hago la autocrítica porque fui durante seis años orientador laboral- a los demandantes de empleo la importancia de la formación para la exitosa inserción profesional. Desde la entrada en la Unión Europea en 1996, España ha estado recibiendo fondos de cohesión, fundamentalmente FEDER –Fondo Europeo de Desarrollo Regional- y FSE –Fondo Social Europeo- este ultimo es el que ha estado financiando lo que se llaman las políticas activas de empleo programas tales como: EQUAL, orientado básicamente a la promoción e igualdad de oportunidades, FIP, formación en inserción profesional de de desempleados, URBAN, para la promoción y desarrollo urbano de zonas deprimidas; todos ellos se han puesto en práctica en el municipio de Telde, todos tenían como norte invertir en las personas –lema del FSE- y básicamente localizados en el núcleo más deprimido de Telde: el Valle de Jinamar.

¿En qué hemos fallado?; en mi opinión, en primer lugar, creímos que los fondos europeos eran eternos, asimismo la formación que se ofertaba estaba alejada de las expectativas de la gente. Estas personas con carencias básicas buscaban la inserción a cortisimo plazo: al día siguiente, porque tenían que alimentarse. Así de crudo. Además ha existido una cultura de la subsidiación; las trabajadoras sociales saben mucho de eso, la AEBA –ayuda de emergencia básica- es el pan de cada día, el alimento en sentido real. En tales circunstancias el error ha estado en que no hemos sido capaces de cambiar el chip; hay personas con paro diferido, –son aquellos que por el hecho de estar cobrando prestación no están en búsqueda activa de empleo- a las madres para tener a sus hijos en la guardería se les exige estar inscritas en la oficina de empleo, para percibir una AEBA han de realizar un curso de inserción profesional, con poco interés por parte del usuario/a. A ello hay que añadir la crisis en sectores estratégicos como la construcción, donde la mayoría de los contratos son por final de obra y con “sobre” –dinero que se cobra fuera de nomina- lo cual baja los ingresos cuando se percibe la prestación.

Pero y el futuro, ese se llama 31 de diciembre de 2013: Canarias, Comunidad Valenciana, Castilla-León y Madeira desde el 1 de enero de 2007 han dejado de ser objetivo 1 –totalmente receptoras de fondos europeos- , ¿esto que quiere decir? Que están en fase gradual de inclusión en objetivo 2 –total competitividad y empleo con las regiones más desarrolladas de Europa ¿Porqué es eso? Tienen el PIB per capita inferior al 75% de la media de la Europa de los 15 durante el periodo 2000-2006, pero superior a la media de está zona en el tramo comprendido entre 2007-2013; lo cual quiere decir que a partir de ese momento los fondos tendrán como objetivo la competitividad regional y el empleo con la consiguiente reducción de estos.

¿Qué deberes tiene encomendados Canarias en este periodo?: desarrollo de la economía del conocimiento, desarrollo e innovación empresarial, medio ambiente recursos hídricos y prevención de riesgos, transporte y energía, desarrollo sostenible local y urbano, infraestructuras sociales, asistencia técnica y refuerzo de la capacidad institucional, reducción de costes adicionales que dificultan el desarrollo de regiones ultraperifericas, –gastos de inversión- reducción de costes adicionales que dificultan el desarrollo de regiones ultraperifericas (gastos de funcionamiento) y además –esto es de mi cosecha- casi 200.000 parados en Canarias y 11.000 en Telde al finalizar el año.

Con este panorama y con cuatro años escasos para cumplir objetivos: ¡hay tarea!; no es extraño –volviendo al artículo de El País- que la gente quiera ser funcionaria. Pero la función publica española necesita una reforma profunda, no es de recibo que el 60% de una administración pública se lo lleve el capitulo 1, es decir gastos de personal, donde raras veces se cumple la ecuación: Eficacia+Eficiencia=Productividad. Es necesaria una reforma como la función pública francesa donde el funcionario es evaluado por sus superiores y está evaluación puede influir en su promoción especialmente, los enseñantes. En el país galo existe una carrera funcionarial, donde es posible la promoción interna por formación e interés profesional, pero también el empleado publico –aparte de por meter la mano en la caja y aquí ni eso- puede ser despedido por abandono del puesto de trabajo o por insuficiencia profesional. Además, hay un proyecto de ley en discusión que prevé que un funcionario puede ser despedido si rechaza tres propuestas de destino acorde a su orientación profesional. Sin duda, es un escándalo que frente a tanto desempleado -y lo que es peor desmotivado- hayan personas de su misma condición que por el solo hecho de haber aprobado un día -hace mucho, muchísimo tiempo- uno o varios exámenes, como si de la lotería se tratara, tenga un puesto de trabajo vitalicio en cualquier circunstancia. Al fin y al cabo como cantaba Jarcha la gente es obediente hasta en la cama y solo quiere…su pan, su hembra y... ¡la fiesta en paz!

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